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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus


  




Ya sabemos que los hombres y las mujeres son biológicamente diferentes y por supuesto también psicológicamente distintos. Aun así, seguimos lamentándonos tanto hombres como mujeres de que no nos entendemos, y quizá es porque se nos olvida que las mujeres somos de Venus y los hombres de Marte.

  La diferencia no es un concepto neutral en nuestra sociedad, la mayoría de las veces presuponemos que lo que es diferente a nosotros es inferior o peor. De esto se deriva uno de los grandes problemas que ha habido con el reconocimiento de las mujeres como iguales a los hombres en un plano legal.

  Así pues, y retomando lo anterior, los hombres y las mujeres somos inevitablemente distintos. Diversos estudios de neuroanatomía han comprobado que el cerebro de la mujer es en general más pequeño y más ligero, sin embargo esto no significa en absoluto que una mujer tenga menos inteligencia que un hombre. No existe ninguna vinculación determinante entre cociente intelectual y tamaño encefálico, sino que lo verdaderamente vinculante es la interconexión entre las neuronas existentes. Por lo tanto, si nuestros cerebros son diferentes presuponemos que nuestra forma de pensar y actuar también será distinta. Desde hace años se viene investigando el pensamiento masculino y femenino en busca de caracteres distintivos. Todavía existen tópicos, como por ejemplo: “los hombres no saben escuchar ni las mujeres aparcar”, pero ¿tiene esta suposición algún apoyo empírico?
Diversos estudios han demostrado que en general la mujer supera al hombre en test relacionados con capacidades verbales  mientras que el varón le gana en los problemas espaciales. Pero no hay regla sin excepción, también es cierto que en un problema de orientación espacial las mujeres vencen con claridad cuando se trata de recordar la ubicación de los objetos, una tarea habitual en los juegos de memoria.

  A un nivel psicológico, diferentes estudios han demostrado en términos generales que: Las mujeres tienen menor autoestima que los hombres, no valoran su esfuerzo tanto como ellos, tienen menos confianza en sí mismas y es más probable que las mujeres digan que están heridas a que admitan que están enfadadas. Por otra parte, los varones son más pretenciosos que las mujeres, sobrevaloran el trabajo que ellos mismos hacen, no son tan realistas como las mujeres al valorar sus capacidades y es más probable que los varones acusen y ataquen cuando están mal, a que admitan estar dolidos e inviten a la empatía. Por último, en los varones se hace más evidente la separación entre sexo y amor que en las mujeres.

  En el plano de las relaciones sentimentales, es sabido que los hombres necesitan ser necesitados y las mujeres necesitan ser apreciadas. Normalmente, el sentido de la personalidad de un hombre se define a través de su capacidad para alcanzar resultados y por ello, quizá los hombres se resisten tanto a ser corregidos o a que les diga su pareja lo que tienen que hacer. Por otro lado, el sentido de la personalidad de una mujer se define a través de sus sentimientos y de la calidad de sus relaciones, y por ello cuando una mujer tiene un problema y lo cuenta a su pareja prefiere una aceptación afectuosa, y que su pareja le escuche sin ofrecer soluciones al respecto.

  “Sin el conocimiento de sus diferencias, los hombres y las mujeres se enfrentan unos a otros. En general nos sentimos frustrados o enojados con el sexo opuesto porque hemos olvidado esa verdad importante. Esperamos que el sexo opuesto sea más como nosotros. Deseamos que quieran lo que queremos y sientan lo que sentimos.

Suponemos erróneamente que si nuestros compañeros nos aman reaccionarán y se comportaran de cierta forma, la forma en que nosotros reaccionamos y nos comportamos cuando amamos a alguien. Esa actitud nos dispone a sentirnos decepcionados una y otra vez y nos impide tomar el tiempo necesario para comunicar en forma afectuosa cuales son nuestras diferencias” (Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus, John Grey)


2 comentarios:

  1. Muy interesante! Creo que si todos conociéramos estas diferencias entre sexos se podrían evitar muchos conflictos en las relaciones hombre- mujer. No obstante también creo que estas diferencias son buenas para la humanidad porque, a mi juicio, la complementación de las mentes de diferente sexo llegan antes a una solución ya sea en investigación o en simples problemas cotidianos.

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  2. Muy interesante, pero habéis considerado que la mayor parte de estas diferencias puede deberse a diferente educación que recibimos niños y niñas? los mandatos de género los llevamos muy dentro, quizás cada sexo es mejor en aquello en lo q se le ha entrenado mejor.. como lo de la autoestima de las mujeres en las relaciones...quizas sera xq tenemos un sistema social q nos domina? o lo q los hombres sean menos sensibles, qizas sera x un sistema q los robotiza y les niega esa parte de si mismos?

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