Es navidad, época
de grandes reencuentros. Es el momento para reunimos con la familia y revisar
el año entre comilonas, villancicos, y a veces sin querer, entre
malos entendidos. Un comentario inapropiado o una crítica mal formulada
pueden fastidiarnos estas fechas. Porque hay que reconocer que nos ponemos
contentos cuando recibimos un alago; sin embargo, no nos agrada recibir una crítica.
A menudo, nos podemos sentir atacados ante una crítica, y con la necesidad de defendernos
y contraatacar. Nos puede producir resentimiento, malestar, humillación
e incluso nos puede desmoralizar.
Sin embargo, las críticas
no son tan negativas como podemos imaginar. Si se formulan correctamente son
muy enriquecedoras, nos pueden ayudar a mejorar nuestra manera de actuar y a
fortalecer nuestras amistades. Que una crítica sea un freno o un estímulo
en nuestras relaciones dependerá de cómo se haga y de que la otra parte se
muestre abierta y con ganas de aprender y mejorar. No podemos controlar los
sentimientos de los demás, pero podemos aprender a formular críticas
efectivas, que sean escuchadas y que promuevan un cambio positivo en la otra
persona, es decir, que sean constructivas. Aprender a formularlas correctamente
no es fácil, requiere tiempo y constancia. Puede ser que en estas
fiestas tengas que decirle a alguien que hizo algo que no te gustó
o no te pareció correcto. Para ayudarte en esta difícil tarea y
evitar conflictos, los expertos recomiendan unos pasos a seguir para formular críticas constructivas:
1. PREPAREMOS LA SITUACIÓN.
La efectividad
de una crítica dependerá de CÓMO, DÓNDE y CUÁNDO. Por ello conviene preparar de
antemano qué vamos a decir y los argumentos a utilizar. Un esquema nos
ayudará a tener las ideas más claras y así expresarnos
con tranquilidad y fluidez. Es importante buscar un ambiente relajado, sin
ruidos ni prisas, privado y dónde nadie pueda interrumpir. Si el día
elegido nos sentimos agitados es mejor que pospongamos la crítica
para otro momento en el que nos encontremos de mejor humor.
2. ¡HAY QUE ELOGIAR PRIMERO!
Si queremos que
la otra persona nos escuche nunca debemos empezar directamente con lo negativo.
Piénsalo bien, es más fácil escuchar cosas desagradables de uno
mismo si antes nos han reconocido alguna virtud. ¿No crees?
3. ADMITE PRIMERO TUS PROPIOS ERRORES ANTES DE DESTACAR LOS AJENOS.
De este modo a
la otra persona le resultará menos complicado y más
cómodo
empezar a admitir sus propios fallos.
4. ¿ME ESCUCHARÁ?
Lo más
importante es lograr que nos escuchen. Para ello hay que evitar cualquier tipo
de juicio de valor que ponga a la otra persona a la defensiva. No hay que
criticar ni sus cualidades ni su persona, sino la conducta en sí.
Tenemos que estar atentos a no descalificar ni atacar a la otra persona, respetando
en todo momento sus sentimientos y opinión.
5. VAMOS A CRITICAR.
Para ello hay
que ser claro y conciso. Por un parte, tenemos que sugerir en vez de exigir, de
este modo la otra persona no se sentirá obligada y tendrá la
oportunidad de pensar y actuar por sí misma. Por otra parte, tenemos que
mantener la calma. Este puede ser el punto más delicado, tenemos que controlar
nuestras palabras y el tono. Puede ser que nos pongamos nerviosos, pero debemos
evitar los modos tajantes e impositivos; para conseguir un cambio positivo en
la otra persona es más eficaz utilizar modos más
persuasivos, como por ejemplo "me
gustaría que..".
6. DEJA UN BUEN SABOR DE BOCA.
El mejor incentivo
para provocar un cambio es comprometerse a colaborar con la otra persona.
Debemos finalizar la crítica animándola hacia el cambio y demostrando que
tenemos fe en sus capacidades para lograrlo. Debemos dejarle un buen sabor de
boca, así que es recomendable agradecer que nos haya escuchado y que
haya tenido en cuenta nuestro punto de vista.
Esperamos que estos pequeños
consejos os sean útiles y os animamos a ponerlos en práctica. Y
recuerda, la próxima vez que tengas que criticar a alguien hazlo en modo claro
y conciso, no descalifiques, habla siempre de manera positiva y empieza y acaba
reconociendo algún aspecto positivo de la otra persona.
Felices fiestas!